Cabello Afro en Moda: Del Olvido Tras Bastidores a la Inclusión Real

El cabello afro, con su textura única y su carga cultural, ha sido durante generaciones un símbolo de identidad y orgullo. Sin embargo, en desfiles y campañas de moda, sigue enfrentando desafíos estructurales que reflejan una falta de formación, conocimiento e inclusión tras bambalinas.
Experiencias de Modelos: dejaron de esperarse los estilistas preparados
Modelos como Olivia Anakwe relatan cómo los estilistas evitan trabajar su cabello, dejándolas a veces con peinados dañinos e improvisados. Londone Myers llegó a grabar secretamente a estilistas ignorando su afro durante semanas de la moda. Testimonios en redes sociales y foros también lo confirman:
“There are WAY too many stylists that do not know how to do natural Black hair… I’ve often had to do my own hair.”
“Hay muchísimos estilistas que no saben peinar el cabello negro natural… Muchas veces he tenido que peinarme yo misma.”
Estos casos no solo son frecuentes, sino sistemáticos: modelos deben peinarse en casa o traer sus propios productos y opciones alternativas para evitar errores y posibles daños.
Formación deficiente: ¿qué falla en cosmetología y backstage?
La raíz del problema empieza en las escuelas de belleza, donde el cabello afro recibe solo una fracción del tiempo de enseñanza comparado con cabellos lisos. En muchos backstage, solo se cuenta con uno o dos profesionales capacitados, lo cual no es suficiente frente a la diversidad de texturas presentes.
Consecuencias: más allá del peinado
Daño capilar: Modelos reportan quiebre por uso excesivo de calor, productos equivocados o manejos agresivos.
Carga emocional: Estar ignoradas o maltratadas estéticamente traslada un sentimiento de exclusión que invalida su trabajo.
Costes propios: Muchas deben llevar sus productos y kits para evitar falta de sombras o tratamientos adecuados.
Hacia el cambio: iniciativas y ejemplos prometedores
Profesionales como Lacy Redway, Rumbie Mutsiwa o Nigella Miller lideran el cambio y demuestran que es posible integrar experiencia técnica y cultural en los desfiles.
Revolución educativa: Programas formativos como el Beautiful Luxe School, en EE.UU, incluyen desde trenzas hasta mantenimiento de locs en su currículum.
Actores detrás del cambio: Organizaciones (como Show Division) lanzan kits y campañas (EqualityOnSet) para garantizar que modelos negras tengan apoyo real en los desfiles.
Contexto cultural e industria
El movimiento Black is Beautiful, que vivió un auge en los años 60 con los Grandassa Models, reivindicaba la belleza natural del cabello afro y criticaba estándares eurocéntricos. Hoy, el sector del cuidado del cabello negro supera los 10 000 millones de dólares globales, con un crecimiento previsto, pero enfrenta presiones de homogeneización y consolidación.
Conclusión
El cabello afro ya no debe ser una excepción, sino una opción natural en pasarelas y campañas. Requiere inversión técnica, visibilidad profesional y respeto cultural. Modelos no deberían tener que peinarse solas o llevar sus propios recursos para garantizar su apariencia. Se trata de un cambio de paradigma que une estética, equidad y autenticidad.