Belleza sin edad: la historia de una modelo que desafía el tiempo

Belleza sin edad: la historia de una modelo que desafía el tiempo

En los años 80 y 90, cuando la moda se movía a otro ritmo y los medios eran mucho más limitados que ahora, una joven de Ponferrada escuchó en la radio un anuncio: “Se necesitan modelos para desfiles, para tiendas locales…”. Lo que empezó como un juego pronto se convirtió en pasión. Ese primer paso la llevó a Madrid, a desfilar en anuncios y pasarelas, y más tarde incluso a Japón, donde consolidó una etapa dorada de su carrera.

Con la maternidad, decidió apartarse del modelaje. “La vida es así”, dice con naturalidad. Sin embargo, el destino tenía preparado un regreso inesperado. Hace apenas tres años, una amiga la animó a presentarse a un concurso de modelos senior. Lo dudó al principio, pero acabó ganando. Desde entonces, su carrera vive una segunda juventud, aunque ella asegura que ahora lo disfruta más que nunca.

La revolución de las modelos senior

La industria está cambiando, y ella lo percibe de primera mano. “Ha habido un antes y un después de Pino Montesdeoca. Las marcas se han dado cuenta de que queremos más mujeres reales, más transparencia. Las mujeres de ahora no somos las de antes: no somos sesentonas, somos sesentañeras”.

Para ella, el modelaje a su edad no es solo un trabajo, sino también un acto de rebeldía: “Yo tengo la necesidad de sentirme atractiva, de salir, de viajar. Mostrar eso es una manera de decir que seguimos aquí, con más fuerza que nunca”.

Canas, arrugas y libertad

Como muchas mujeres, ha recibido comentarios sobre su cabello canoso. “Hay quien me dice que las canas me hacen ver mayor… pero no es que lo parezca, es que lo soy. Y estoy orgullosa de ello”. Decidió dejar crecer su pelo largo y blanco, como una afirmación de identidad y también como homenaje a su padre.

“Respeto a quien se tiñe, pero para mí las canas y las arrugas son símbolo de vida, de esfuerzo, de haber llegado hasta aquí. Es mi manera de rebelarme contra la idea de que debemos aparentar menos edad”.

Nunca es tarde

Su mensaje es claro: “Nunca es tarde para nada. Para un nuevo corte de pelo, un nuevo perfume o deporte. Los límites los ponemos nosotros mismos. La edad es una actitud”. Consciente de que cada comienzo trae consigo un aprendizaje, anima a otras mujeres a atreverse a probar, a mostrarse y a visibilizarse sin miedo.

Lo que la moda aún debe aprender

Si bien celebra los avances, todavía ve camino por recorrer. “Me gustaría que la diversidad se abrazara de manera honesta. El mercado no son solo chicas de 1,80 con medidas imposibles. Quiero ver ropa en cuerpos reales, de la calle. Más transparencia, más claridad. Que la moda fuera más honesta consigo misma”.

Un consejo a su yo de 25 años

Cuando le preguntamos qué le diría a la joven modelo que fue en los 80, su respuesta es contundente: “Primero, no volvería a mi yo de 25. Todo lo que he hecho, para bien o para mal, ha sido aprendizaje”. Y añade algo fundamental: “Le recordaría que iba a encontrar la familia que tiene hoy: amigas que han estado siempre ahí, diciéndome las verdades, aunque dolieran. Ellas me han acompañado a ser la mujer que soy. Por eso y desde aquí, quiero recordar a Maite, Evelyn, Inma, Sonia y Belén, ellas que han sido mis amigas desde siempre y no podía no recordarlas.”

Podéis seguir su trayectoria en @encinafvmodelsenior